Seguimos sin una pierna o sin el talón de Aquiles. Todo es relativo, salvo que el Mono no está. Por lo menos no en Buenos Aires. Así que antes de que Lanata empiece a indagar acerca de su destino, lo distraeremos con una bella Eminécdota. Como cualquier ser humano normal, Emi tenía que cargar la SUBE. Decide hacerlo después del trabajo. Problema: no había carga en la estación Carabobo ¿Por qué? Depende del día. Martes: problema gremial. Miércoles: no anda el lector. Jueves: en una sola caja había carga. Era su día de suerte, así que pone $200. Error en la Transacción. De nuevo. +200. “Ahora cuando subís al subte probá”. Pero Emi no tomaba subte. “Bueno cuando vas al bondi probá”. Indignado con la escasez de un lector como la gente, intenta tomar el colectivo en la mañana siguiente. Tenía $2.60. Hecho una saeta de rabia, reclama en la estación. "No puede ser". Lo bueno es que Emi sacó un mail para pedir la devolución de su crédito. Le rebotó. Situación similar a la anterior. Se lo había escrito mal. Va de nuevo. "En 48hs tendrá respuesta". Mientras tanto, le puso $50 más al mismo señor de la caja. Un genio.
Aunque nadie puede superar a Don Ferro, quien nos trajo La Perla Verde. “La nuestra es toque y gambeta”, de eso se trata el fútbol del Río de la Plata. Y
tambien los cantitos ¿Pero cuándo empezaron? Uno de los primeros, allá por la década del '20 due el célebre “tenemos un arquero que es una
maravilla…”. Lo cierto es que antes se coreaban los nombres de los equipos antes que a los jugadores, “como los españoles
ahora”. Pero eso cambiaría en los '40. Los pioneros fueron los hinchas de Boca ovacionando a Boyé. Aunque los de River no se quedarían atrás al grito de “la gente ya no come por ver a Walter Gómez" o "la
gente ya no fuma por ver a Labruna”. Originales. En 1955, la Revolución
empieza a prohibir cosas, como la marcha peronista, así que se aprovechó la cancha para no perderle el ritomo: “Y dale Booo”. Con la televisión, nuevas melodías sonarían en los estadios: “el camaleón, mamá, el camaleón / tiene los colores de Boca campeón”. Está buena, ¿no? No. Una década después, de la mano de Palito, apareció el racismo. Y también el reconocido “movete River movete”. Mejor ni hablemos de esos grupos que sacaron un hit en su vida y lograron trascender gracias al fútbol: “salta, salta, salta, perqueña langosta / se van para … con el culo roto" ¿Sabías que la marcha de Malvinas suena en la mayoría de los partidos? Don Ferro si, pero aclara, en forma de “ponga huevo y corazón…”, cortesía de San Lorenzo. Y así llegamos a Johnny Tolengo. Esta la tenés “qué alegría,
qué alegría”. Pero el mejor de la historia, asegura Don Ferro, porque “lo tiene todo, es pegadizo tiene
sentimiento, sacrificio, nostalgia” es: “Platense nunca va a entender porque nunca
lo vivió, porque nunca ganó nada la puta que lo parió. En el barrio de Liniers,
aunque ahí se festejo, siguen siendo igual de amargos para nada les sirvió”. Y así se fue, a los gritos pelados reboleando el saco como loco ¡Salud Don Ferro!
Y salud Melanie, nueva adquisición del programa que nos deleitó con su presencia en un Charla de Cerveza con Maní más que sugestivo. “Uso piyama pero no uso camisón”. Luego de una serie de máximas acerca de las mujeres y los hombres, Emi se encargó de tirarle una teoría abajo.
“Los hombres en general no usan mucho piyama, a mí me gustaría que lo hagan”. Y ahí nomás nuestro co-conductor peló piyama. No necesariamente del gusto de ella, pero la intención estuvo. Siempre listo.
Como estuvo nuestra sexóloga Virginia Martínez Verdier durante estos tres años. Pero llegó el momento de decir hasta luego. Adiós a la Sex-ión. Hicimos un repaso por las cosas que aprendimos estos tres años junto a ella. Todo gracias a Ilo, que no devolvió el libro de posiciones de dragón, pero se leyó todas las reseñas del blog. Un crack. Descubrimos, por ejemplo, que si la pareja tiene una distorsión en los horarios, o hay diferentes gustos sexuales, puede haber insatisfacción sexual. Además nos confirmó que la sexualidad nada tiene que ver con el amor. Si están juntos bien. Sino mala suerte. Eso mismo le decimos a los hombres que aun creen que pueden agrandar su pene. Lo siento chicos, tiren sus bombas de vacío, salvo que tengan problemas de erección. No aplica para los casos maniceros, como tampoco se aplica la Ley de educación sexual en capital.
Así pasó ella. La extrañaremos. Pero seguramente la volveremos a escuchar.
¿Querés el programa ENTERO?
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