viernes, 8 de febrero de 2013

Stress Fantasmagórico


Equipo completo gracias al regreso trasandino de Ilo, bebida espirituosa bajo el brazo. “¿Yo qué, qué tal?” Segundo programa post-vacaciones para Emiliano Prado y ya está perdido. Como los jugadores del fútbol argentino, que enfrentaron apagones en la primera fecha del Torneo Final. Raro… empezando la teoría conspirativa en 3, 2, 1… Mejor vayamos a lo importante: “vine con un perro”. El Mono no se refería a dichos jugadores, sino a Dientitos, su perro. O el de su hermana. Pero él lo trajo. Como Ilo al vino y Emi al libro de Miguel, marido de nuestra sexóloga. Todas esas cosas son nuestras ahora, así que Dientitos, desde hoy eres propiedad de Simplemente Imperfectos. “Convengamos que no es un perro muy agraciado”. A las chicas les gusta igual, Emma. No sabemos si se puede decir lo mismo del look “aurivincha” del Mono Rubino, “término que acabo de inventar”, aclaró el portador del artilugio.

Y encargado de traernos una pizca de Red Hot Chili Peppers en Historias en Mono. Antes de continuar, deberán tener en cuenta el carácter de “muy drogones” de los muchachos. Integrantes ellos de una banda que fue cambiando mucho durante los años, sobre todo por las idas y venidas del master drogón, John Frusciante. De hecho, sus mismos compañeros pensaban que no llegaba ni a los 30, “se estaba pudriendo literalmente”. Después de un primer disco súper exitoso, buscaban mejorar y cambiar un poco el sonido, por eso contrataron a Rick Rubin, quien compró una mansión que le serviría de casa y estudio de grabación. De esa casona donde supieron vivir Harry Houdini, Rodolfo Valentino, Jimi Hendrix y los mafiosos mas grosos de LA, y donde Los Beatles incursionaron en el LCD, surgió Blood, Sugar, Sex, Magik ¿Qué tenían todas estas personas en común? Se drogaban y murieron jóvenes trágicamente. Parece que The Mansion estaba embrujada, se escuchaban ruidos y las cosas se movían solas. Frusciante estaba convencido que en un cuarto había una fantasma gemidora y se masturbó frente a ella. Una vidente les dijo que eran espíritus demoníacos y les pidió un fangote de guita para eliminarlos, bajo la amenaza que, de lo contrario, los esperaba mucho infortunio. Ese disco fue el más vendido de los RHCP y, por ahora, no se murió ninguno. Fin.

Quizás Ilo les hubiera cantado la posta sobre la mansión diabólica. En Charla de Cerveza con Maní descubrimos que él tiene poderes premonitorios al remitirse al aun no presentado tema de la noche: “para mi no existe un stress lindo”. Para el Mono tampoco: “La palabra stress no se relaciona con algo lindo”. Emma, Emi y Leandro estarían en contra, por ejemplo, en el caso de un Superclásico, “los amo y los odio al mismo tiempo” explicaba el conductor. Y no olvidemos el “stress de boliche”, donde el objetivo de Mora Alfonsín es levantarse a una chica, misión a veces complicada pero satisfactoria si se logra el cometido.

Si hay algo que estamos seguros, es que los chicos están lejos de ser asexuales. Sobre este tema le preguntamos a Virginia Martínez Verdier, nuestra sexóloga de cabecera. Asexual es “una persona que no ejercita su sexualidad”, no siente la necesidad y nunca tuvo interés sexual. “Subliman su sexualidad con otros placeres, con otros intereses”. No hay deseo sexual para ninguna conducta, incluida la masturbación. Muchas veces mantienen relaciones de pareja, dándole mayor importancia a la ternura y al compromiso, antes que al erotismo. Son los tres elementos del amor, y cada uno tiene distintas valoraciones de ellos. Para Virginia, la asexualidad no es una orientación sexual. “Podríamos pensar en una modalidad, un estilo de comportamiento”.

Nuestro estilo es volver cada viernes, mientras tanto, “no stress”.

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