viernes, 10 de febrero de 2012

Cuando el gato está ausente, los ratones se divierten


Con Jimena, Emmanuel y Matías ausentes, el programa 71 vino con el doble de trabajo para el Mono Rubino. Por suerte estaba nuestro operador revelación, Pablo Quintas, quien supo enseñarnos lo que era una verdadera operación técnica. Aplausos ¿El resto del equipo? En un acto de clara provocación, Emi y Ger se presentaron con sus casacas académicas. No sólo el coordinador de turno estaba indignado, sino también nuestro recién llegado Zurdo. Cuenta la historia que al escuchar cómo Germán presentaba las vías de comunicación decidió volver con urgencia y enseñarle de una vez "lo que es bueno". Sus primeras palabras al aire fueron: "Estoy más cagado de calor en Buenos Aires que en El Congo". Épico. Así, Ger tuvo que buscar nuevos lugares que serruchar. Fue el turno de la caída de la productora: “leer el Desinformativo con Emi es como pelotear con Vilas”, afirmó el conductor. Todo esto no se hubiera salido de la norma imperfecta si todos éstos sátrapas no se hubieran complotado para inundar la tradición del programa con… con… ¡Reggaeton! 

Por algo Germán se autoproclamó el Rey de las Ratas. Así es, en el D*Mente Onírica le contó a la Lic. Sigmunda Mases su sueño:
Germán era el monarca de un reinado de ratas. Un día salió al balcón del Palacio para regalarle un saludo peronista a la “rateada” que lo esperaba. Pero un irreverente roedor saltó: “¡Queremos más queso!”. Las ratas se amotinaron y Sir Germán envió a su ejército de ranas a reprimir. Lógicamente (¿?), los sublevados ganaron, ingresaron al Palacio y cargaron al Rey hasta un tribunal conformado por Marley, el imitador de Sandro y la nana Fine. El segundo lo miraba con gestos de reprobación mientras una a una las ratas pasaban a declarar en un Fast Forward interminable. Finalmente, dos policías humanos lo llevaron a un calabozo junto al negro de Milagros inesperados. Fin.  

“¿Habías consumido algo?”, atisbó Sigmunda. Rápidamente, Ger intentó esquivar la pregunta auto-analizando su sueño. Pero no hay forma de escaparle a la Licenciada. Casualmente, existe un reconocido caso estudiado por el mismísimo Freud llamado El hombre de las ratas. El paciente tenía una fantasía inconciente que consistía en que le introdujeran ratas en el ano. El diagnóstico fue implacable: “o te fumaste algo o estás desencadenando una psicosis”. La segunda hipótesis fue confirmada con un sueño recurrente del conductor: “un cubo que gotea”. De ahí pasamos a una confesión innecesaria: “me encantaría mearme encima”. Igual, ¡a no alarmarse!, muchos psicóticos fueron grandes, como Nietzsche o Lacan. Hay que sacarle provecho a la locura, total, de eso no se vuelve. Sólo hay que bajarle a las drogas para no volverse esquizofrénico.  

Si le hubieran dicho eso a John Lennon nos habrían privado del tema “She Said, She Said” de The Beatles, parte del álbum Revolver del ‘66. Desde el lado oscuro de Avellaneda llegaba Mariano Rubino para abrir un nuevo ciclo imperfecto ¡Bienvenida Historias en Mono a la grilla! “She Said, She Said” tuvo sus raíces en una fiesta donde estuvieron los Beatles y el actor Peter Fonda. Ah, y el amigo LSD. A Mc Cartney no le cabía esa onda así que se abrió de la cuestión. Pero a Harrison sí y en medio del “viaje” declaró “me estoy muriendo”. Ahí nomás, Fonda contó una anécdota personal: “Cuando yo tenía diez años me disparé tres tiros y mi corazón se paró tres veces”. Lennon: “¿Quién puso esa mierda en tu cabeza?, me hacés sentir como si nunca hubiera nacido”. Tales citas forman parte de la letra de la canción, aunque George Martin, su productor, pidió que la suavizaran un poco, intercambiando las referencias a las drogas por las menciones a una mujer. Dato de color: Lennon estaba tan mal que se le cayó la comida al piso e intentó cortarla con el plato. Otro. Paul no participó en esta canción, dejando a Harrison a cargo del bajo. 

Por suerte no les pasó lo que al personaje de nuestro Radioteatro. Culebrón venezolano. Gervasio encaró a su mujer, María Emilia, ante los rumores de ser portador de unas hermosas “wampas”. Acorralada, María Emilia dijo que sólo su marido podía darle placer. Destrozado, el fiel sirviente, Ramón, se disparó en su miembro. Había apuntado a la pierna ¡Bien Ramón! Lástima que ya no le servís a la patrona. Conclusión: Divorcio. María Emilia ahora para con la Guardia Imperial y Ramón camina empelucado por las calles. 

¿Gervasio? Se habrá ido a ahogar las penas en el alcohol. Como los chicos, que en el Cerveza con Maní recordaron, nostálgicos, cosas de su infancia. Parece que sólo extrañan los programas para chicos. Salvo Ger que los sigue viendo e incluso encuentra mensajes camuflados en ellos. El Fantasma Escritor para el Zurdo, Robotech(Macross, nombre original en japones) para Emi, El Mundo de Beakman para Germán y Detective Conan para el Mono. Ni a palos se notó la diferencia de edad… 

Así pasaba un programa más. Así pasaba el Zurdo, quien volvería a su travesía. Si todavía estás pensando tus vacaciones, te dejamos una frase de Lefty: “El Congo es una mierda pero se vive”.

¿Queres el programa completo?

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