Quiero que
todos hagamos palmas… Descontrol cumbiero esta noche. La productora no está. “Estoy
muy contento”. No sólo por la ausencia, sino también por el mega lanzamiento
del PES 2014 en el que estuvieron presentes Rubino y Serruya. Les dieron un par
de souvenires: un pen drive, una remera… y el PES 2014 ¡En tu cara Emi!
Ganas de
romper todo no le faltarían, así que nos comunicamos con Guido Dodero, director y fundador de The Break Club, “una alternativa más a las broncas cotidianas”.
Para ir necesitás reservar tu lugar y “coordinamos un día, coordinamos qué
querés romper”. Ojo, a personas no vale, pero es lícito llevarte una foto
impresa para colgarla en el puching ball y darle sin remordimiento. Ellos te
pueden proveer de objetos, pero quizás llevar los propios te dé mayor sensación
de liberación. La duración depende de qué querés romper y también de tu ímpetu
personal, y podés ir solo o acompañado, organizar un evento o reunión. A través
de una ventana es posible observar lo que ocurre en el salón, y a veces un
amigo “hace de coach” y va tirando letra para que no te olvides de ninguna de
tus penas. “Tenemos varias herramientas”: bates de béisbol, palos de golf, palos
de hockey… todo sirve. “Creo que soy una de las pocas personas que tiene experiencia
en romper cosas”, admitió Guido. Cuando empezó con el proyecto junto a unos
amigos “hicimos mierda una caja de un gato que había ahí que había ensuciado
todo el lugar”. Desestressante, divertido, entretenido: todo a la vez.
“Funcionó para nosotros y para todos”. Ni hablar de la chica tímida que llegó a
The Break Club con un pilón de fotos. De afuera no se escuchaba lo que decía
pero cuando se fue, toda la basura quedó: eran fotos típicas de noviecitos de
15 años dándose piquitos en el Rosedal. O lo que quedaba de ellas entre los
vidrios rotos. “La idea es esa, que haya un pico y después de ese pico viene en
bajada”, no hay razones para intervenir. A algunos les sirve como terapia, y no
faltan los clientes frecuentes, incluso los que intercalan entre el psicólogo y
este lugar. Y por qué no los psicólogos que van y después se lo recomiendan a
sus pacientes.
Lo que Ilo
te recomienda es ver Mundo Grúa. Ilando fino se dedicó al nuevo cine
argentino, “una nueva generación de cineastas aparecidos entre principios y mediados
de los 90” .
Hoy son los Caetanos y Traperos, reconocidos, main stream, pero que en sus
inicios eran parte del cine independiente que surgía por fuera del (escaso)
circuito industrial nacional. Este cine no era homogéneo, pero había ciertos
patrones que se repetían, como la temática relacionada a las problemáticas
sociales (marginación, droga…), y que la mayoría de los protagonistas eran jóvenes
al igual que los directores. “La juventud empezó a representarse a sí misma”, y
eso lo diferenciaba de las olas de nuevo cine anteriores ¿El contexto? Los 90s
de Menem, donde el neoliberalismo arrasó con todo, y “la industria fílmica cae
en el peor momento de su historia”. El entonces presidente dio un marco
regulatorio, como la Ley de cine y el surgimiento del INCAA tal como lo
conocemos hoy. Esta institución ayudó a darle legitimidad a estas nuevas
expresiones sociales que afloraban, distribuyendo las películas en los
festivales mundiales. En este proceso también fue clave la crítica joven
especializada.
Clave es qué
animal preferís como mascota. En Charla de Cerveza con Maní ganaron los perros
por afano, sobre todo esos que generan embotellamiento de gente porque se echan
a dormir en el medio de Florida, o los que viajan en subte y suben y bajan de
las estaciones cual pasajeros. “Yo no soy pro nada, yo prefiero una tortuga
ponele”. Es que Ilo quiere un animalito que no le rompa los huevos. Como el
conejo que tenía Emi, que se paraba en dos patas para que le des comida ¡Pez
no! No sólo porque hay que cuidarlo mucho, sino porque trae mala suerte según
Emma. “La posta era el tamagochi”. Bien por Ilo. “Mi hermano se comió una
tortuga de chiquito”. Bienvenida Cecilia Rubino a la mesa. Un poco exagerada,
pero sirvió para engancharnos a todos. Un pequeño Mono de de 15, 16… meses… se
llevaba la tortuga a la boca ¿Otra declaración fulminante? Esta vez sobre el
entrañable Dientitos: “el veterinario dijo que tenía los genitales muy grandes
para su tamaño” ¡Ídolo!
Si querés
tener los genitales como Dientitos, no te pierdas nuestra próxima emisión.
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