En el vestuario se ven los pingos

¡Atención! El barrio de Palermo se habría convertido en zona de maratones. Emma dejó el auto, venía por El Salvador, y de repente, pasaron por su lado unas cuantas personas trotando, al ritmo incansable de la respiración maratonista. Descubrimos que el motivo de la corrida definiría el son de la exhalación. Con teorías existenciales de esta índole, comenzaba una nueva emisión de Simplemente Imperfectos.

Para el agite ya estaba Marlene presente en nuestros estudios. Y si está Marlene… está Leandro Mora Alfonsín ¿o era al revés? Como sea. Del asado a la economía vino con un poco de concentración poblacional y ordenamiento territorial, “un tema que, a mi juicio, es el más importante para pensar en un país desarrollado”. Al juicio de Leandro, no de Marlene, aunque a esta altura es lo mismo. Lo que quiso decir es que hay un tercio de la población en una milésima parte del país. Eso explica por qué nunca encontrás dónde estacionar. Pero no hay soluciones mágicas, sino que hay que estudiar el problema en la particularidad de cada país. Los celos de Marlene pronto la llevaron a confrontar con Germán, y luego con la productora. Error. Leandro tuvo que decirle adiós a su tiempo de aire con una declaración: “para que la gente se mude la tenés que incentivar, hacer atractivos otros lugares”. Recibimos propuestas de incentivos para sacarnos de encima a Marlene.

Quizás algunos tips sobre qué nunca decirle a una mujer sirva para usarla de contraejemplo. Fue el turno de Mersault, El encantador de serpientes. Nunca le digas que una amiga o conocida es más linda que ella. “No te lo va a perdonar nunca”. Y bué, 2+2 son 4. Era tarde para Germán igual, ávido metedor de pata. Aunque Mersault le dio cierta tranquilidad, con decirle que no es para tanto ya está. Llega la calma. Ahora sí, en la intimidad de la habitación vale todo… depende de la personalidad de ella cómo vayas llevando tus palabras. “Vos decís cualquier barbaridad y generalmente es excitante”. Siempre hay que subir la apuesta. El tema es llegar a esa intimidad, repregunta del Mono, preocupadísimo por sus estrategias bolicheras. “Hay que ser romántico, pero como sos vos, no el meloso… porque a la mayoría les sale mal el poeta”. Volviendo, ¿y el tema de los sonidos? “Suman… los sonidos más animales y guturales que te salgan”. Así que ya sabés, sacá el tigre que hay en vos.

Pero ubicate en el contexto. En el vestuario ni da, como muchas otras cosas. A esa conclusión llegamos en el Charla de cerveza con maní. “No hay nada peor que el vestuario perdedor”, dijo Mariano “acostumbrado a la derrota” Rubino. “Perdemos por viejos aparte”. Para desviar el tema, nunca falta el anciano que se pasea en tarlipes por los camarines “¿Por qué te afeitas en bolas?” Misterio. Como el hecho de que Masterbobo juegue a la play en bolas, incluso cuando le da patadas. “Una cosa tremenda”. Asignale el referente que más te guste.

Mejor vayamos a otros ancianos. Vestidos por suerte. En el Radioteatro “Geriátrico de superhéroes”, Superman tuvo la genial idea de aceptar un tecito de El Acertijo. Muy rico pero… ¡¡¡era de criptonita!!!! Por suerte por Díaz Vélez venía Batman al rescate. Educado como el empresario negrero de buena familia que es, tocó el timbre. Acertijos van, acertijos vienen… tuvo que caer El Hombre Araña para hacerse cargo de la situación. Sin embargo, los problemas “maritales” con Superman interfirieron con la misión, y El Acertijo huyó a toda velocidad.

Como el Mono luego de pronunciar las siguientes palabras:

“Che Lomu, ¡SOS UN FRACASADO!”

Si en una de esas ves al Mono por la calle, escribinos. Lo estamos buscando todavía.

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