La productora regresó un día, con algunas picantes declaraciones sobre el programa pasado, tales como: “la banda sonora dejo bastante que desear” o “ya estoy
acostumbrada a semejante traición”. Como la del Mono, que ya le serruchó el
piso a Emi, presentándonos su Mononécdota. Almorzando solo, en el lugar de
siempre, una moza muy bonita “a mí me sonreía por demás”. Un 8.50 en el Monómetro.
Cuando la muchacha le trae el vuelto, nuestro conductor vio que uno de los
billetes estaba perpendicular al resto. Era diferente. Tenía un número de
teléfono. Lo agregó y pispeó en Whatsaap. “Me parece que no es esta chica”. Estaba
un poco pasada de edad. Así que nunca le escribió y el Mono anda con el
teléfono de una señora que podría ser su madre. Fin.
Caso nº 24: Chicas que avanzan
Historia
real. Staff de SI de un lado de la barra, come hombres junto a pareja amiga del
otro. De pronto, sin mediar palabra alguna, ella se acerca y le deja una
servilleta a Ilan Kazez ¿Acaso él tenía cheddar chorreando de su boca? ¡No! La
servilleta llevaba la inscripción “Vicky” y un número de celular. “Antes para
tocar tetas tenías que decir te quiero, ahora es el paraíso, te tocan ellas
primero“. Dibuje Mersault, aunque no le guste que las mujeres hagan todo. “Prefiero
que me haga creer que yo hice algo”. Es el orgullo del hombre de haberse ganado
a la chica, de ser “el cazador”. Ilo es un hombre felizmente enamorado, así que
desechó el papelucho, pero si decidís encararla hacelo de una, ahí nomás. Tenés
dos opciones: o la chica quiere sexo y vas para adelante o la piba se hizo la
película romántica y busca un amor de ensueños. “No sabés si es inocente o re
gata”¿Cómo darse cuenta? Le decís “vamos a tu casa, y ves la cara que te pone”.
Ahora, si sos más tardero, llamala. Nada de mensaje. Y acordate, la primera
salida siempre es a la tarde, así ante la duda ponés cualquier excusa y huís.
Porque digamos la verdad, lo primero que se te viene a la mente es esta mina me
quiere robar los órganos.
Dudoso.
Como el papel de la Responsabilidad Social Empresaria a los ojos de Leandro Mora Alfonsín. En Del Asado a la Economía nos explicó esta tendencia que para
él se resume en: “no te estás perdiendo de mucho”. Contundente. “El gran tema
que hay detrás de la responsabilidad social es que las empresas tengan ética”,
y para ello, son cinco puntos básicos los que tienen que cumplir: cuidar a los
empleados, a los consumidores o clientes y al medio ambiente, y ser transparentes
e invertir socialmente. ¿Por qué lo hacen realmente? “En base a esto las
empresas se construyen una reputación y una imagen en el mercado”, porque hoy
la gente pide que sean responsables. Pero no todas acceden. Están las egoístas,
que “está visto que se van a condenar a sí mismas”; hay algunas que sólo o
hacen para eludir impuestos, y las que realmente tienen un pensamiento “de
lucro social” y tratan de seguir la buena ética empresaria. Algunos
contraejemplos. La empresa de la manzanita paga por los telefonitos 2 dólares
al día a los operarios que los ensamblan en China. La que vende comida chatarra
junta tapitas para chicos del Garraham ¿Qué queremos? Compromiso real. “Pensá cómo
se relaciona la empresa donde trabajás con la sociedad”.
En el caso
de Simplemente Imperfectos, no hay nada definido. Ni la consigna de Charla de
Cerveza con Maní para Emi. Por las dudas, era voluntariado. El Mono contó que
de purrete fue a cocinar en una Parroquia, “y me dio bronca porque había uno
que me apuraba”. Y claro, “una cosa es ser voluntario y otra cosa es ser un
boludo”, decía Emma, y agregaba “yo creo que los grupos de las Iglesias son re
promiscuos”. La pregunta es: ¿tenés resarcimiento por ser voluntario? La
solidaria respuesta de Jimena fue: “te beneficiás espiritualmente”, a lo que el
Mono sumó: “algo bueno moralmente o un garche como mínimo”.
Solidarios
o no, lo que es seguro es que a nosotros no nos pagan para hacer esto, ¿se
nota?
¿Querés el programa ENTERO?
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