Luego de la visita del Colorado González Oro la semana pasada, todavía no pudimos retomar el control del programa. Con un Matías más terrorista que nunca, un Germán ausente con licencia norteña, y un Lucas (en su regreso triunfal) irrumpiendo silenciosamente en el estudio, la última hora del viernes no podía empezar de manera más imperfecta ¿O si? El Zurdo todavía no aprendió los datos de contacto y Emi no sabía muy bien qué nos deparaba la noche ¿Y ahora quién podrá defendernos?
Emma se encargó de llamar la atención sobre las noticias del desinformativo. El redactor habría escrito sus líneas la noche de San Valentín. Un poco cachondo tal vez.
Buenas noticias entonces, porque nuestra sexóloga, Virginia, derribó el mito de los afrodisíacos. Es una cuestión psicológica, depende de la predisposición y la actitud. Léase, si le ponés onda hasta los panchos garpan. Eso sí, aléjense de la provenzal. El Zurdo tomó nota para su cena aniversario.
Al que le interrumpimos la hora de comer fue a Sebastián Wainraich, quien se alejó unos minutos de la mesa familiar para charlar con nosotros ¿Un estreno? Wainraich y los frustrados ¿Sería profesor? No. Si Dios lo obligara a elegir una entre todas sus actividades probablemente rezongaría, pero al final elegiría la radio.
No fue la decisión del locutor del Radioteatro, quien indignado renunció a su trabajo. La labor estuvo en manos de Jimena. Eso sí, coordinaba el cactus. En esta oportunidad no sólo demostramos nuestros impresionantes dotes actorales, sino también los cantos del Zurdo. Es aun hoy que, en su casa, el conductor continúa buscando el ritmo de esa canción de Sandro.
Mientras los chicos insistían en continuar su carrera hacia el estrellato. El ventrílocuo Chatman intentaba ponerle fin a la suya. Pero su muñeco, Chitola, no lo dejaba. Tras la intervención de nuestros Jubilados en Acción, la historia tuvo un final feliz. No se puede decir lo mismo del pobre de Winnie Pooh.
Tampoco de Gio Moreno. Su lesión fue el tema central del Cerveza con Maní. Y de la semana de Emi, quien estuvo a punto de reclamar la hoguera para Hugo Barrientos.
Así pasó una nueva emisión de Simplemente Imperfectos. Como verán, pasamos de un Emi desconcertado, a uno cachondo y finalmente iracundo. Evidencia irrevocable de que todo puede suceder en una hora de Simplemente Imperfectos ¡Hasta la próxima!
¿Querés el programa ENTERO?
http://www.mediafire.com/?qi226x3r70mc8wi
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