viernes, 10 de mayo de 2013

¿Querías ficción?

Escuela de Rock

“La verdad que estoy en un gran momento”. Claramente la declaración del Mono nada tenía que ver con sus dotes de imitación. Con la caradurez que lo caracteriza, luego de varias voces de dudosa procedencia, afirmó: “ésta no me sale muy bien”. Ésta era la Presidenta de todos y todas. Manden sus insultos para nuestro co-conductor porque  “si me putean me motivo”. Él lo pide, el pueblo retribuye.

Lamentablemente, no iba a ser la última vez que lo escucháramos actuar. Junto al personaje travesti de Emiliano Prado revivió una escena de Escuela de Rock en Ilando Fino. “Es una historia simple”, nos informaba Ilo. Una historia sobre un rockero frustrado que necesita guita y se hace pasar por profesor sustituto en una escuela de alto poder adquisitivo o, básicamente, de “chicos chetones”. Jack Black hace de un mal tipo. Le quita el laburo a su amigo y engaña a los pibes, pero por alguna razón es “querible”. Así estamos país. La cosa es que el trucho de Black se da cuenta que los borregos no sólo tienen plata, sino también talento. Potencial rockeador le dicen. Por eso, decide enseñarles rock. Primera revelación. Esta película sólo es posible, afirma Kazez, porque este género musical se convirtió en institución. Así, con su historia, próceres y mártires, se torna enseñable. Seguro que no lo captaste de una, como tampoco que “tiene muchos homenajes que el espectador promedio no los saca de toque tal vez". Lo cierto es que esta basura de persona termina generando cosas buenas. “Intenta enseñar con pasión”, de una manera no tradicional; les da confianza e “integra a todos”. También “les enseña a desestabilizar un poco el sistema”, así que si escuchan a un pendex rockero, rico y rebelde, quizás aprendió de Jack Black. O es simplemente un adolescente con plata. Elijan.

Y hablando de elecciones, ¿qué onda tu trabajo? En Charla de Cerveza con Maní debatimos acerca de los trabajos más estresantes de la actualidad. En una nota dicen que el laburo de militar lo es. Acuerdo en el piso sobre la boludez de dicha afirmación. Por lo menos en la Argentina de hoy. Donde no hubo unanimidad fue en el trabajo de Papa. Al grito de “caga en un inodoro de oro, me estás jodiendo loco”, Ilo desestimó el estrés que pueda vivir el sumo pontífice. Ahora… Presidente de un país o “cualquier coso político” sí le parece estresante. Al grito de “también caga en un inodoro de oro”, Emma increpó a nuestro productor. Hermoso. Como laburar de telemarketer, salvo que seas la amiga del Mono que si logra ocho ventas se puede ir a la casa. Dos caras de la misma moneda.

Como la ficción. No todo lo que brilla es oro diría Mersault, el Encantador deSerpientes.

Caso nº20: No creas de la ficción
Primer imposible: el protagonista ve a una mujer y cree que es el amor de su vida. “Pero no lo sabés, nunca hablaste”. Encima hace cualquier cosa para conseguirla. “El tipo siempre hace algo titánico por la mujer”, y eso NUNCA tiene que suceder. La mujer no quiere que vos te luzcas, quiere lucirse ella. Mucho menos te copies de HIMYM y elijas esperar a la chica desnudo. “Si vos lo hacés con la actitud correcta va a funcionar”. Igual, es “un poco de anormal hacer eso”. Mersault no lo recomienda para nada. “No te hagas el banana”. Tampoco hay garantías de que el amor de tu infancia reaparezca en tu vida treinta años después y sean felices para siempre. Ahora, si querés menos pálidas y más datos útiles escuchá a Hitch pero no lo mires, porque lo que sirve es lo que dice, no lo que hace. Así que ya sabés, la próxima vez que veas una peli tené en cuenta que “a Hollywood no le gusta que los ganadores terminen bien”. Tratá de enganchar una del 007, que la tiene clarísima. Actitud James Bond pibe.

Como Simplemente Imperfectos. Ni Bond ni pibe, pero actitud sobra.

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