viernes, 22 de marzo de 2013

El Fin de la Ignorancia

Profesores 


Como muchos viernes anteriores, hemos acompañado a la Selección en otra jornada Internacional. 3 a 0 a Venezuela por las Eliminatorias. Por suerte fue antes del programa, sino hubiéramos gritado los goles al aire. Cosa que hicimos hace un tiempo. En medio de un Radioteatro. Pero… ¡basta de cháchara! “No tengo facilidad para entablar una comunicación fluida con las personas que no conozco”. Menos mal que el Mono nos llegó a conocer bien antes de empezar como conductor. Igual es un tema que va a tener que solucionar en la facu, porque “todos ya hablan con alguien menos yo”. Está bien, porque los operadores no hablan con nadie. De alguna manera se está metiendo en el personaje ¡Peligra Tomás! Encima la chica linda de la que nos contó dejó de ir. Una lástima. Seguro quedó sorprendida por la polémica del Obelisco que descubrió Emma. Ahora se hace el vaticanizado, pero el Obelisco supo usar preservativo.

Y si de preservativos se trata, quién mejor que Virginia Martínez Verdier para sacarnos la duda. Aparte, ahora que Sexuar cumplió 13 años debe estar re canchera. “Ya entró francamente en la adolescencia”. Momento clave para explorar la sexualidad y evitar caer en el Analfabetismo Sexual. “La ignorancia sexual no tiene que ver solamente con los contenidos”. Tiene que ver con la cuestión ideológica también, “la predominancia de sentimientos negativos” hace que se bloquee nuestra expresión sexual. El analfabetismo en este sentido “es ser analfabetos con respecto a nosotros mismos”. Un obstáculo básico para esta temática, entre otras, es la falta de implementación de las leyes de educación sexual. No es tanto el hablar de sexo “porque aparentemente todo el mundo habla de sexo”. El tema es la intimidad de las personas, que están marcadas por lo que vivieron en la infancia. Aunque hoy el sexo esté muy expuesto en la televisión y sea de acceso irrestricto, “se pierde todo lo que tiene que ver con la humanización”. El Analfabetismo Sexual termina llevando a la inhibición, lo que pude derivar en lo que se dice ser “malo en la cama”. Entonces, una persona “termina teniendo un rendimiento pobre” para sí mismo, “eso es lo fundamental”. Ahora, la primera barrera de cada uno va a estar en su capacidad de reconocer la propia ignorancia. Pasa en el sexo. Pasa en la vida. Pasa en TNT.

TNT mandó Don Ferro en la nueva emisión de La Perla Verde. Habló del mejor jugador de la historia ¿Maradona? ¿Messi? ¿Pelé? George Best. El oriundo de Irlanda del Norte perdió a su madre, quien padecía una enfermedad relacionada con el alcohol. Raro que no haya sido el padre, opina Don Ferro, “porque a nosotros nos gusta el chupi”. Menos mal que la escuela en la que fue becado era protestante y su familia católica. Sólo por eso lo cambiaron de recinto y empezó a jugar al fútbol. Así fue descubierto por un cazatalentos del Manchester, que no dudó en llevarse al niño que sería balón de oro “poniéndola sobre la mesa”, no como otros. Aparte, “la pintuza de George Best”. Tenía todo, y “claro se iba de joda todo el tiempo”. Se hizo famoso “por los escabios que se pegaba, por su vida llena de escándalos y por sus frases”. Esa es la posta. “Lo que le daba yo a las mujeres de Best”. Sí, comía bien el buen hombre. Sin embargo, esa vida de excesos lo terminó llevando a la muerte en 2005. Antes de irse, se dio cuenta de lo mal que había hecho las cosas y le pidió a un medio inglés que le saquen una foto postrado en la cama bajo la cita “Don’t die like me” (No muera como yo”). De su memoria queda la Fundación George Best para la gente que tiene problemas con el alcohol, y el recuerdo de su genialidad verbal: “Maradona, good. Pelé, better. George, best”.

Para ser the best, hay que aprender. Y en el camino de la educación, hay profesores de todo tipo. En Charla de Cerveza con Maní, el ya graduado Emmanuel confesó: “yo si hay algo que extraño son aquellos profesores como el Mauri enmascarado”. Claro que sólo el Mono y él entendieron eso, porque nadie más en la mesa cursó con ellos.  Contate otra: en primer año un profesor le dijo a una alumna que movía mucho las piernas debajo de su escritorio: “¿qué le pasa, tiene un consolador ahí abajo?”. Pedagógico. La historia del Mono fue más atrás en el tiempo. Tercer grado para ser más precisos. Dos chicos se pasaban un papelito con un mensaje, el maestro se cansó de advertirles, se los sacó y leyó algo que no decía: “Alejandro, me gustás mucho”. Todo el curso rompió en carcajadas. Al docente lo echaron por dañar así a un niño. Ilo, un chico UBA, se quejó de una profe que humillaba a los alumnos en vivo y en directo cada vez que podía, y advirtió sobre otro que no se sacó su riñonera en toda la clase. Bichos raros si los hay.

Sí, los hay… en Simplemente Imperfectos.

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